CLASE 1

Visitemos nuestro centro corporal

Nos introduciremos en la ruta anatómica del músculo del Psoas a lo largo del  cuerpo, creando una experiencia vivencial en el reconocimiento óseo, múscular, orgánico y su interdependencia. Esto nos permitirá comprender que debido a su ubicación geográfica en el cuerpo, el Psoas posee un gran poder de cambio en los patrones de respiración, alineación y biodinámica corporal.

CLASE 2

Despertando la sensibilidad del Psoas y las manos

Parte de la metodología de la Técnica Topf, es la propuesta del trabajo de manos, su toque o contacto, sobre nuestro propio cuerpo u otras personas. Despertando la sabiduría e intuición de nuestras palmas y su posibilidad para proporcionar información referente a su tacto. Nos apoyaremos en el trabajo de manos para brindar un toque suave y liberador que elastificará y dará tono al músculo del psoas.

CLASE 3

Músculo abdominal profundo y torso

Nos enfocaremos en un acondicionamiento dirigido a columna vertebral, brazos, cuello y cabeza integrados desde el soporte del Psoas. En la última sección de la clase se proporciona un espacio para la exploración del movimiento personal.

CLASE 4

Músculo abdominal profundo y miembros inferiores

Nos enfocaremos en un acondicionamiento dirigido a las piernas y los pies pasando por cadera, integrados desde el soporte del Psoas. En la última sección de la clase se proporciona un espacio para la exploración del movimiento personal.

CLASE 5

Integración cuerpo/mente

Se integrará todo el material visto en sesiones pasadas, lo cual permitirá al participante practicar y conocer sobre la naturaleza de la secuencia de clase.

Este trabajo nos dirige hacia la alineación corporal, la liberación de la tensión, el fortalecimiento del centro para el soporte y la conciencia energética corporal.

CLASE 6

Desde el movimiento creativo

De manera suave y progresiva se propone una exploración de movimiento en la que la imaginería es liberada y la habilidad para escuchar y responder a estímulos corporales se vuelve más articulada. El vocabulario de movimiento de la persona se amplía, los sentidos y la percepción mejoran, expandiendo movimiento creativo desde la identidad propia, desde el rodar, gatear, crecer, caer, bostezar y vocalizar. Esto es una oportunidad para liberar las tensiones bloqueadas o retenidas que ya no se requieran para nuestro presente y que pudieran haberse convertido en barreras musculares limitantes para nuestro movimiento.